Millonario en excrementos

De entre todas las protestas pacíficas, de siempre esta ha sido mi favorita. No situamos en el el elitista club de tenis de Valencia. El honorable ex-presidente camps, ejemplo de como quería gobernar el PP cuando ganara las elecciones generales, tras echarse una pelotitas jugando al tenis con algún coleguilla, retorna sudoroso a los vestuarios de caballeros (que menos en un elitista club de ricos) y a la hora de acudir a su taquilla se encuentra un cagarro recién establecido con sus mosquitas y todo, encima de un taburete saludando con la manita.

El desagradable regalo que recibió Camps en el Club de Tenis Valencia se debería haber mantenido entre las cuatro paredes del recinto por expreso deseo del afectado y de la dirección, pero finalmente, salió a la luz debido al artículo del periodista de Economía Digital Antoni Rubio.

Pues eso hay un investigación abierta en el club de campo para averiguar si quien llevó a cabo el alumbramiento era alguno de los socios que paga unos 24000 euros anuales por pertenecer, previa lista de espera y referéncias, o en cambio fue alguien del servicio.